viernes, 17 de agosto de 2012

En un artículo del Ministerio de Cultura y Educación  de la República Argentina  y la O.E.A., titulado “Comportamiento y tendencias de la demanda de Recursos Humanos en el mercado de empleo argentino durante las últimas décadas”, se realiza un cuadro que muestra las demandas efectuadas y las dificultades que presenta el Sistema Educativo por parte de los trabajadores
            DEMANDAS                                DIFICULTADES
Actualización de contenidos programáticos, acordes a la realidad laboral y a los adelantos tecnológicos
Conocimiento teórico-práctico de las nuevas tecnologías
Conocimiento del desarrollo tecnológico.           
Conocimiento de la realidad de la empresa.
Mayor énfasis en el conocimiento práctico.
Generar instancias de aplicación práctica de los conocimientos adquiridos.
Contenidos obsoletos.
Desfasaje entre teoría y práctica.

Desfasaje entre tecnología teórica y real.
            Así la demanda de calidad para todos, basada en el supuesto de que todos los seres humanos son capaces de aprender, constituye la alternativa socialmente mas legítima. Ningún sistema que esté basado en la exclusión, la segmentación y el autoritarismo y que además sea desarticulado, puede sustentarse a largo plazo.
            Las alternativas del desarrollo social siempre giran alrededor de las opciones clásicas entre democracia o autoritarismo, equidad o desigualdad, libertad o dominación. La expansión de las nuevas tecnologías, para algunos es promesa de todas las utopías democráticas, mientras que para otros constituye una amenaza destinada a reforzar las desigualdades y los controles sobre los ciudadanos.
            Por otra parte, los propios objetivos democráticos de la educación como actividad que debe ser destinada a la formación integral de la personalidad (desarrollo de capacidades tales como la creatividad, la solidaridad, la solución de problemas, etc.) son ahora reivindicados no sólo por los educadores progresistas, sino también por actores sociales que (como los empresarios) en el pasado eran identificados como opositores a estas propuestas.
            Para la elaboración de una propuesta educativa democrática, en el marco de las nuevas demandas de la sociedad a la escuela, hay un primer aspecto que debe ser discutido en forma urgente: el sentido de la acción educativa. Tedesco plantea que:
            “... la única opción democrática posible está dada por la búsqueda de la articulación entre racionalidad instrumental y subjetividad, entre la lógica del     sistema y las exigencias del desarrollo de la personalidad”.[21]     
            Promover el vínculo y la discusión entre diferentes, teniendo claro que el dialogo y el intercambio son el límite a toda tentativa de imposición de un solo modelo de personalidad.
            Asumir la formación de la personalidad como tarea indelegable de la escuela, redefine todas las dimensiones de la institución escolar: definición del currículum, criterios de evaluación y el personal docente. La tendencia actual se propone dotar de mayor autonomía a los establecimientos escolares.
De acuerdo a esta propuesta, la autonomía de las escuelas permitiría adaptar los componentes básicos del trabajo pedagógico a las características y exigencias de la población a la cual brinda sus servicios.
            La fundamentación teórica en favor de la autonomía, tiene dos fuentes principales: las teorías del aprendizaje y las teorías de las organizaciones.
            “Con respecto a las teorías del aprendizaje, el constructivismo brindó los fundamentos para la propuesta de dejar a los establecimientos y a los  propios docentes buena parte de las decisiones en términos curriculares, permitiendo de esta forma un proceso de aprendizaje basado en la experiencia acumulada tanto por los alumnos como por el equipo docente. Con respecto a la gestión y organización de las instituciones, en los últimos años ha aparecido con fuerza una tendencia orientada a transformar las grandes organizaciones burocráticas en redes planas de instituciones más pequeñas, responsables de decisiones destinadas a mejorar la eficacia de la producción y el ajuste a las necesidades de los clientes.”[22]
            En los espacios curriculares se hace necesario una presentación de los objetivos que se proponen y (con respecto al modelo de escuela tradicional) un  mayor nivel de libertad de elección. En este contexto es necesario repensar los métodos de enseñanza, tomando como base propuestas de trabajo colectivo que favorezcan un abordaje interdisciplinario del conocimiento.
            En el modelo tradicional, basado en brindar informaciones y conocimientos, las metodología eran frontales. No había ni trabajo pedagógico personalizado ni trabajo grupal o de equipo. La cohesión social se lograba más bien como producto de la acción global del “sistema”, y no a través de las practicas pedagógicas escolares.
            Promover la integración y la cohesión social  sobre la base de compromisos y acuerdos libremente discutidos asume un carácter  claramente progresista.
            La función de integración social de la educación, deberá ser redefinida a partir de la  preparación para el trabajo en equipo, para el ejercicio de la solidaridad, para el reconocimiento y el respeto a las diferencias. Esta formación exige articulación entre el grupo y el individuo: ser miembro activo de un equipo implica disponer de algo propio para aportar.

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